domingo, 31 de enero de 2021

EL ESPÍRITU DE LAS PRIMERAS MORERAS

Como sabemos, la palmerización de nuestra querida calle llega a su fin. Esta semana nos hemos visto obligados a asistir al último acto de la obra. Sólo quedan los flecos y, entre ellos, los últimos alcorques aún sin ocupar al inicio del pueblo impregnados del espíritu de las primeras moreras, aquellas que fueron taladas al parecer por error.


 

Los representantes vecinales que se reunieron con el ayuntamiento pidieron que en este tramo fuesen moreras porque conforman la identidad del lugar. Sin embargo, se indicó que irían palmeras porque los árboles molestarían a los autobuses y a los camiones circulantes y, especialmente, impedirían el cambio de sentido que se realiza frente al restaurante Los Marines. El mensaje era que no existía alternativa.

La otra noche regresando del trabajo, vi plantadas dos palmeras coco plumosos en la isleta frente a dicho restaurante. Me levanté temprano para acercarme y conté los alcorques aún desocupados en la isleta contigua que va unida al puente que da entrada a la avenida desde Málaga, eran seis. Los problemas para que grandes vehículos circulen por el lugar, si es que llegaran a producirse, surgirían en torno a la isleta donde ya han sembrado las palmeras. En cambio, para nada molestarían seis moreras si se plantaran en el espacio unido al puente, alejado de vecinos, de fachadas y donde no hay que hacer maniobras de giro y existe una amplia distancia con el tráfico de vehículos. Ahí ¿qué problema hay? Cualquiera puede comprobar que no hay ninguno. Resulta que sí hay alternativa y que seis moreras pueden regresar a su lugar y seguir formando parte de nuestro paisaje urbano.

Reparar el error inicial sería un sencillo y valioso gesto hacia quienes aquí habitamos, entre ellos aquellos niños que pusieron piedrecitas alrededor de las primeras moreras taladas. Un simple gesto para las generaciones presentes y futuras y un mensaje: En la Cala del Moral amamos los árboles. Estamos a tiempo, luchemos por ellas. Es justo su regreso.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un pueblo en pie por sus árboles

  La cala del moral de Bezmiliana A un año del arboricidio