9 DE DICIEMBRE DE 2020
Me dirijo, de nuevo, y en respuesta a la comunicación que me ha llegado de que suspenden las actuaciones en el caso de mi queja (Expediente nº Q20/6546), tal y como sigue: “En vista de lo informado, y con independencia de lo que resulte del informe cuyo envío nos adelanta el Alcalde una vez que se llegue a un consenso con los representantes vecinales, entendemos que el asunto objeto de esta queja puede considerarse en vías de solución, por lo que suspendemos actuaciones en el mismo. En caso de que recibamos el informe anunciado por el Alcalde, se lo enviaremos en copia”.
Entiendo que es el cierre de la queja de oficio. Si es así, quiero expresar el sentimiento de desamparo que me producen estas palabras y aportar más información por si consideran oportuno seguir defendiendo el caso porque el tiempo se acaba. Las obras de sustitución del acerado van rápidas y pronto plantaran las palmeras ¡Ayudadnos a que no planten palmeras en nuestra avenida principal!
1) Sentimiento de desamparo:
Me ha parecido que suspenden su actuación ante un argumento simplista y alejado de la realidad, aportado desde la Concejalía del Área de Infraestructuras, Medio Ambiente, Limpieza y Playas del Rincón de la Victoria ¿Basta con decir que se está en conversación con los vecinos, que se enviará informe cuando se llegue a consenso y que los árboles arrancados, que no los talados, están a salvo y no molestarán más? ¿Creen que la conversación con los vecinos es real y no un paripé para decir que ha habido participación ciudadana? ¿que habrá consenso y no imposición?, y ¿que los árboles están a salvo tras haberlos podado en su máxima expresión y arrancado sin dejarles apenas raíces? Verdaderamente, los árboles urbanos y los ciudadanos que los queremos en los lugares donde vivimos estamos desprotegidos.
Desde el movimiento vecinal hemos denunciado los hechos a los distintos organismos. Nunca ha pasado algo así en nuestro pueblo, pensamos que no debe quedar impune y queremos que regresen los árboles. Personalmente tramité mi queja en el Ayuntamiento el día 30 de septiembre, justo tras la violenta tala. Luego a la Diputación Provincial el 6 de octubre. Tras esto, a la Fiscalía de Medio Ambiente de Málaga el día 22 y, seguidamente, al Juzgado de Guardia también el día 22. Todo ello sin haber recibido respuesta ni acuse de recibo, a día de hoy. En el Ayuntamiento y la Diputación sólo lo hice por hacer constar mi queja, espero poco de ambas instituciones puesto que el alcalde es el presidente de la Diputación. De la Fiscalía sí esperaba más, aunque es sabido que se centra en el arbolado que no es urbano o en el urbano si se considera singular o de interés local; pero esta etiqueta también depende del interés de las políticas municipales y en nuestro municipio no la hay. En el juzgado de guardia, también consideré que debía tramitar mi queja porque, además, hubo una actuación de la policía local y de la guardia civil desmedida y quería comunicarlo por este cauce. Justo en la figura del Defensor del Pueblo es donde deposito mayor esperanza al considerar que es una figura imparcial y, como su nombre indica, cercana al pueblo; y ahora se suspende su actuación sobre el trámite de mi queja. He mirado resoluciones del Defensor del pueblo sobre la cuestión. Esta Institución ha procedido a la apertura de actuaciones de oficio con motivo de las talas de árboles que se han producido en distintos municipios de Andalucía, algo frecuente, cuando asociaciones de vecinos, movimientos ecologistas o una pluralidad de interesados, no han encontrado justificación a esas talas y, en todo caso, no se les ha informado, con carácter previo, de la decisión que se va a adoptar. Pero, en general, suele disolverse en cuanto los ayuntamientos dan una mínima explicación. Si existe alguna queja respecto a talas injustificadas que el Defensor del Pueblo haya llevado a término y logrado resultados a favor del demandante agradecería mucho que se me informara para recobrar esperanzas.
2) Más información:
A fecha 9 de noviembre, salida de respuesta del ayuntamiento al Defensor del Pueblo, donde se afirma seguir en conversación con los representantes vecinales exponer que el ayuntamiento ya conocía el número de firmas ciudadanas contra su actuación y la existencia del Manifiesto de Apoyo a La Cala No se Tala con la firma de 25 asociaciones del municipio y entidades ecologistas como Ecologistas en Acción y Greenpeace. También que las únicas seis moreras supervivientes a la tala eran candidatas al Concurso Árbol Europeo del 2021 y yendo en segunda posición. El lema del concurso es: «Testigos de la historia, del clima y del respeto de los pueblos». Aunque estas iniciativas ciudadanas le resultaban molestas, en un ejercicio de hipocresía, dijeron que apoyaban la candidatura de las moreras, siendo ellas ejemplo de la tala injustificada cometida bajo su orden. Finalmente, nuestras moreras han quedado en segunda posición con 7069 votos, tras la Carrasca milenaria de Lecina (Huesca) que será la representante española.
Lo que sucede en la Avenida de Málaga, su desarbolado y la sustitución por palmeras no es algo puntual. Las zonas verdes urbanas de la Cala del Moral se están palmerizando. Puede que la aceleración del fenómeno se produjese con la remodelación del Paseo Filipinas inaugurado en el año 2010 donde quitaron algunos árboles y plantaron numerosas palmeras. Luego fueron surgiendo cocos plumosos, como pinceladas: cuatro a la entrada de la Plaza de Gloria Fuertes; uno, en la misma plaza, remplazando a un espléndido ficus; otro, al principio de la Avenida Jábega donde había un antiguo álamo blanco señalado como árbol singular del municipio en un catálogo editado por el ayuntamiento; y así sucesivamente. Tras ello, se arrancaron todos los naranjos de la Avenida Manuel Altolaguirre para poner una hilera de cocos plumosos. Ya en el año 2019, le siguió la reforma de la Avenida de Málaga en su tramo próximo al Rincón de la Victoria, entre la Calle El Greco y la Glorieta José Vertedor, que incluyó una extensa alineación de cocos plumosos alternados con pequeños hibiscos. Seguidamente, incrementaron la cantidad de palmeras del Paseo Marítimo Blas Infante. Y ahora, le toca el turno al resto de la Avenida de Málaga, donde a finales de septiembre eliminaron más de ochenta árboles para suplantarlos por unas setenta palmeras cocos plumosos, incumpliendo el proyecto de renovación del acerado aprobado. Como ya les informé, entre ellos se talaron moreras que daban identidad y nombre al pueblo. Ahora hay cocos plumosos por todas partes y tenemos nuestra avenida desarbolada a la espera de más cocos plumosos. Se está produciendo una transformación sigilosa de las zonas verdes urbanas sin que los ciudadanos se enteren. No solemos mirar con detenimiento el entorno sumidos en las prisas cotidianas, hasta que a finales de septiembre nos quitaron todos los árboles de la calle que es el alma del pueblo. Si llegan a plantar palmeras cocos plumosos no reconoceremos el pueblo, perderemos nuestra identidad que estaba en las moreras y los otros árboles frondosos y conseguirán borrar todo rastro de singularidad del lugar haciendo que sea igual a cualquier otro. El trasiego en nuestras zonas verdes es debido a las políticas municipales cortoplacistas, al interés por reflejar su aumento de cara a cumplir los objetivos de varias disposiciones, como la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integral (EDUSI) de la Agenda Local (sin explicar que es un falso verdor porque quitan para poner y ponen sin mantener), y a que el presupuesto de su remodelación es goloso.
El ayuntamiento tiene clara preferencia por las palmeras y ha manifestado que los árboles son un fastidio: ocultan señales de tráfico, son entrada de plagas y enfermedades para los vecinos, obstaculizan la visibilidad vial y comercial y la accesibilidad, deterioran los suministros, invaden las aceras y las fachadas de edificios, aumentan los costes económicos y son una mala selección para nuestras calles. En este punto, quiero tomar las palabras de Enrique Salvo Tierra (Profesor de Botánica y Planificación Territorial, Universidad de Málaga) y de Antonio Flores Moya (Catedrático de Botánica, Universidad de Málaga): “si fuese así, ciudades como Singapur (República de Singapur) u Oslo (Noruega) no tendrían más del 25 % de su casco urbano cubierto con árboles; tampoco tendría sentido que muchas ciudades del planeta lleven a cabo planes de plantación de árboles como planificación urbanística para mitigar la crisis climática. De las razones que ofrecen para talar, no son los árboles los responsables, sino la inadecuada planificación urbanística. Un fenómeno que hoy, en plena pandemia, amenaza con reproducirse con un resurgimiento del urbanismo feroz”.
La palmera coco plumoso es ahora la especie de porte arbóreo de moda entre los políticos municipales y los gestores del arbolado urbano. Se la prefiere por su vistosidad, por ser relativamente económica, por su fácil mantenimiento y porque no afecta al acerado ni a los servicios soterrados bajo el mismo. Esto está bien, pero hay que mirar más allá porque las palmeras no aportan los mismos valores ambientales y sociales que los árboles. Los árboles proporcionan mayor sombra, oxígeno, frescor, disminuyen el ruido urbano, son sumideros del CO2, nos protegen frente a la contaminación ambiental y la polución, alojan a nuestra fauna, son lugares de encuentro, algunos son señas de identidad de nuestro territorio o referentes culturales, y aportan beneficios para la salud. Las palmeras no ofrecen todo ello en la misma medida. Además, en la actualidad, hay quejas sobre las plagas de cotorras argentinas, Myiopsitta mochanus, catalogadas como una especie invasora y cuyas colonias suponen una complicación en la provincia de Málaga por los restos de sus heces suspendidos en el aire que constituyen un riesgo para la salud pública, y por desplazar de sus recursos tradicionales para anidar y recolectar alimentos a las aves autóctonas. Resulta incoherente que debatan soluciones, planteando incluso el exterminio de las cotorras, los mismos que causan el problema al poner las palmeras que es su hábitat preferente. El ayuntamiento no quiere ser consciente, a pesar de los proyectos y estudios facilitados, de que la petición de árboles de copa densa en la avenida es también un tema de salud; y más aún con la pandemia del coronavirus que hay que hacer colas en la calle para entrar a los comercios. Además, los árboles nos protegen frente a la contaminación generada por la fábrica de cemento incineradora que dista sólo medio kilómetro. Desde la tala hay más polución, ruido y menos pájaros.
El pasado día 3, me encontré con el Sr. Alcalde en la calle y le expresé nuestra tristeza y malestar por haber tomado una decisión tan drástica sin contar con el pueblo. Me dijo que árboles talados daban problemas y que se producían quejas de algún comercio o vecino y que por eso lo mejor es poner palmeras. Hasta el día de hoy no han podido demostrar cuántos problemas ocasionaban, a pesar de que se ha solicitado esa información. Le comenté que hasta el momento tenemos 10.090 firmas apoyando los árboles de copa densa, a lo que él contestó que somos una minoría porque muchas firmas son de fuera. Le propuse que hiciera una consulta popular. También le comenté que se habían ido los pájaros, gorriones, verderones, mirlos y tórtolas. Me contestó que cuando pusieran los arbolitos ya volverían. Le dije que si plantaban el coco plumoso lo que nos traería serian cotorras argentinas que ya empiezan a verse donde antes no había, como en la Plaza Gloria Fuertes, junto a la Avenida en cuestión.
Sobre “Lo informado”. Es una estrategia para ganar tiempo y salirse con la suya: poner palmeras.
Actualmente “este Ayuntamiento sigue en conversaciones con los representantes vecinales, estando previsto tener una nueva reunión en próximas fechas”. Pues bien, el hecho de que se eliminaron todos los árboles, de forma masiva, un día antes de la primera reunión (en un pleno municipal, al que pudimos asistir a través del Escaño 22, ya que el ayuntamiento no respondía a nuestras peticiones para reunirnos y hablar), hace idea de la voluntad política y la capacidad de diálogo sobre un proyecto del que no se informó a la gente del pueblo con anterioridad. Es más la eliminación de los árboles de la Avenida de Málaga se realizó sin informes, ni planificación, y despreciando a los vecinos. La incomunicación fue total hasta que se arrancaron todos los árboles y ya se animaron a reunirse para hablar del nuevo arbolado. Los vecinos llevaban esperando ese pleno desde el 17 de septiembre. Además, no se mostraron los informes pertinentes para justificar la tala. Por ello, considero que aún deben dirigirse al Ayuntamiento del Rincón de la Victoria para conocer si, antes de la tala de árboles, se informó de forma adecuada del proyecto y de las consecuencias que iba a tener a la población afectada. A continuación, y a la vista del resultado de las tres reuniones siguientes, dónde el ayuntamiento ha rechazado la propuesta vecinal sobre el arbolado y ha demorado la entrega de la información sobre las infraestructuras, las conversaciones se asemejan a un paripé para decir que hay participación ciudadana cuando siguen en sus trece de poner palmeras cocos plumosos a pesar de las 10.000 firmas recogidas contra la tala y por volver a tener árboles frondosos. Tampoco han aceptado convocar una consulta local sobre la cuestión, que es una herramienta participativa en vigor según la Ley 7/2017 de participación ciudadana.
“Una vez se concrete el consenso con los vecinos, se redactará un informe que será enviado al Defensor del Pueblo”. Desde el 30 de septiembre hasta hoy el ayuntamiento ha mantenido cuatro reuniones con los vecinos a solicitud de estos, y para debatir propuestas sobre el nuevo arbolado (adjunto la última propuesta vecinal de arbolado). Mañana, 10 de diciembre, comunicarán su decisión final y pretenden cerrar la conversación ¿Consenso? No se va producir consenso será una imposición por abuso de poder. Por tanto, lo de en vías de solución, sólo marcha en el sentido de poner palmeras, y luego pondrán algunos árboles fuera de la avenida, de cara a las galerías. Adjunto blog del movimiento vecinal que recoge todo lo acontecido, incluso audios, que dan idea de las conversaciones. Recomiendo visualizar el video con que se inicia el blog llamado Crónica de una sinrazón.
“Más del 70% de los árboles han sido trasplantados a ubicaciones en las que no generan las interferencias y problemas que venían produciendo” ¿Sobre qué base han calculado el porcentaje, sobre el total de árboles eliminados o sobre los árboles aptos para ser trasplantados? El resultado es diferente, porque de los 87 los árboles eliminados, 21 se talaron y otros se podaron drásticamente y se arrancaron sin apenas dejar raíces y comprometiendo su supervivencia. Es más, el ayuntamiento no tenía previsto trasplantar los árboles; se consiguió por presión ciudadana. Como no entraba en sus cálculos, buscaron sobre la marcha un par de parcelas y los plantaron a la bulla, sin guardar la distancia necesaria entre ellos (sobre todo en el terreno de Parque Virginia) y sin tener previsto el riesgo (en el terreno junto a la Cueva del Tesoro). Ante este panorama, personas del pueblo se han relevado para cuidar los árboles, curar heridas mediante productos específicos y regarlos. Gracias a ello, algunos ejemplares dan muestras de supervivencia, aunque no es el caso de los ejemplares de mayor tamaño (adjunto fotografías).
Sobre la concejalía del Área de Infraestructuras, Medio Ambiente, Limpieza y Playas que envía os envía la información. Entre sus competencias está la de infraestructuras, medio ambiente y contratación de obras, instalaciones y suministros. Pues bien, en relación al proyecto de renovación del acerado que ha originado la tala masiva de la Avenida de Málaga en la Cala del Moral los incumplimientos en estas áreas son flagrantes.
Sobre Infraestructuras: Los representantes vecinales solicitaron los datos de las infraestructuras subterráneas en la reunión del 5 de octubre al ser la razón aducida desde la concejalía para modificar sobre la marcha el contrato de renovación del acerado y homogenizar la avenida con cocos plumosos. En dicha reunión los vecinos entregaban una propuesta abierta de arbolado. Alegaron que estaban a la espera de disponer de dicha información, lo cual deja mucho que desear puesto que sin disponer de ella han desplegado la ejecución de la obra y a marchas forzadas. El 16 de octubre el ayuntamiento descartaba la propuesta vecinal manteniendo su decisión de poner cocos plumosos a lo largo de la avenida, aunque se acuerda que habrá otra reunión. La información les llega a los vecinos el 17 de noviembre, cuando la reunión se establece el día 30, dando poco tiempo a poder ser analizada y plantear una segunda propuesta de arbolado vecinal que al final se consigue gracias a un esmerado trabajo.
Sobre Medio ambiente: Aun siendo su competencia, esta concejalía no ha contemplado la necesidad de analizar el impacto por contaminación acústica, ni atmosférica asociada a la obra de ejecución ni su incremento tras desarbolar la avenida que se caracteriza por ser una zona de especial ruido y por estar muy próxima a una cementera incineradora.
Sobre la ejecución de esta obra municipal: La gestión está llena de irregularidades frente al proyecto que se aprobó. Como he referido antes han trabajado sin tener en cuenta infraestructuras, ni impacto sobre la contaminación, de forma acelerada, talando y arrancando árboles que no entraban en el proyecto y haciendo múltiples cambios sobre la marcha, con el objetivo de poner palmeras coco plumoso.
Contratación: Está plagada de irregularidades
Ojalá pueden demorar o evitar la plantación de las palmeras, por lo menos hasta que se resuelvan nuestras denuncias. Agradeciéndole su dedicación y trabajo en relación a mi queja tramitada le saluda atentamente,
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