El Syagrus romanzoffiana es uno de los hábitats favoritos de las cotorras argentinas para reproducirse, según un estudio realizado en su área de difusión natural:
Romero, I. P., Codesido, M., & Bilenca, D. N. (2015). Nest building by Monk parakeets Myiopsitta monachus in urban parks in Buenos Aires, Argentina: Are tree species used randomly?. Ardeola, 62(2), 323-333.
La cotorra argentina o cotorra monje Myiopsitta monachus (Boddaert 1783), originaria de Sudamérica, es la cotorra más abundante y ampliamente distribuida en España, aunque también forma poblaciones autosuficientes y reproductoras silvestres en Italia, Bélgica, República Checa, Puerto Rico y Estados Unidos. En Gran Bretaña, Alemania y los Países Bajos también se ha reproducido, aunque no ha dado lugar a poblaciones viables.
La primera vez que se describió en estado salvaje en España fue en 1975 en la ciudad de Barcelona, y desde entonces, ha experimentado uno de los incrementos de población más dramáticos registrados entre las aves exóticas en Europa, y ha establecido nuevas poblaciones, principalmente en los alrededores de las grandes ciudades.
A finales de la década de 1970 los periquitos monje ya estaban establecidos en Málaga y Canarias, y a partir de 1985 aparecen nuevas poblaciones repartidas por toda España, principalmente en la costa mediterránea pero también en las zonas central, como Madrid y el noroeste, a pesar de lo cual sus chillona presencia ha recibido poca atención en España.
La rápida expansión geográfica, el crecimiento exponencial y la frecuente abundancia local de los periquitos monje debería haber alertado de la presencia de una especie que, en partes de su área de distribución natural, es una plaga agrícola. En los últimos diez años, casi el 63% de todas las especies conocidas de loros han sido importadas a España para ser vendidas como mascotas.
Tanto la cotorra argentina (Myiopsitta monachus), como la cotorra de Kramer (Psittacula krameri) se han naturalizado de manera rápida por todo el territorio español y más allá. En Europa en 2007 se estableció la protección de especies de la fauna y flora silvestres mediante el control de su comercio (Reglamento -CE- 338/97), por lo que el comercio se desvió hacia la comercialización de la cotorra de Kramer. Aunque en España se prohibieron ambas especies invasoras, lo que debería haber impedido por completo el comercio y la posesión de ambas cotorras (Real Decreto 630/2013), no obstante se sabe que en 2018 se introdujo en España el último ejemplar conocido.
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Existen evidencias científicas de que estas poblaciones de cotorras están afectando negativamente a la fauna autóctona, incluyendo a otras especies de aves y mamíferos.
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En el verano de 2020 se han avistado en el entorno de la Avenida de Málaga las siguientes especies de aves: Avión roquero «Ptyonoprone rupestris»; Cernícalo vulgar «Falco tinumculus»; collalba negra «Oenanthe leucura»; Cormoran grande «phalacrocorax carbo»; cuervo grande «Corvus corax»; Currucas cabecinegra y capirotada «Sylvia melancephala y sylvia atricapilla»; Golondrina dáurica y común «Cecropis daurica, Hirundo rustica»; gorrión común «Passer domesticus»; Jilguero «Carduelis carduelis»; jilguero lúgano «carduelis spinus»; Mirlo común «Turdus merula»; Mosquitero papialbo «Philoscopus bonelli»; zarcero poliglota «Hippolais polyglota»; Serin verdecillo «Serinus serinus»; vencejo común «Apus apus»; y Verderon común «chloris chloris» ¿Vamos a cambiar esta variedad de aves por la cotorra argentina «Myiopsitta monachus» y la como la cotorra de Kramer «Psittacula krameri»?
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